ESTUDIOSA AFIRMA QUE CRONISTAS USARON QUIPUS COMO FUENTE DE INFORMACIÓN
Los nudos de la historia
Prejuicios culturales de españoles habrían afectado relato oficial
Intereses particulares y traducciones también distorsionaron narración
Ernesto Carlín ecarlin@editoraperu.com.pe
La versión que se maneja de la historia del Tahuantinsuyo proviene, en gran medida, de lo que los cronistas españoles escribieron acerca de él. La versión que más se valora es la de aquellos que llegaron entre los iniciales grupos de conquistadores, por haber sido testigos del fin del Estado incaico. A ellos se les ha considerado la principal fuente de lo que sabemos acerca de esta época.
La versión que se maneja de la historia del Tahuantinsuyo proviene, en gran medida, de lo que los cronistas españoles escribieron acerca de él. La versión que más se valora es la de aquellos que llegaron entre los iniciales grupos de conquistadores, por haber sido testigos del fin del Estado incaico. A ellos se les ha considerado la principal fuente de lo que sabemos acerca de esta época.
Sin embargo, la especialista Lydia Fossa asegura que esta apreciación no es exacta, como lo sostiene en su más reciente libro, Narrativas problemáticas. Los inkas bajo la dominación española (Lima, IEP, 2006).
El origen de gran parte de lo que se conoce reside en los quipus. Paradójicamente, son las crónicas de los españoles los textos que se han encargado de preservar la información “escrita” por los incas. “En las crónicas hay constantes referencias sobre datos que daban los nativos a los conquistadores después de leer los quipus”, señala.
Pasado por descubrir. Fossa confiesa que su interés se dirige a los primeros textos producidos sobre el Tahuantinsuyo, pero los aborda críticamente. Por eso, estudia a tres de los cronistas del inicio de la colonia: Pedro Cieza de León, Juan de Betanzos y Polo de Ondegardo. Cada uno de ellos se acerca a los usos y costumbres andinos con prejuicios e intereses particulares. “Cieza no se aleja de su postura católica. Califica a los indios de idólatras. Mientras que Juan de Betanzos se preocupa por emparentar a la familia de su esposa, una indígena noble, con los incas. Ondegardo, por su parte, al ser funcionario de la Corona española, se interesa más por el aspecto tributario.” La estudiosa indica que estos cronistas llegaron a describir algunos hechos que presenciaron, pero también dan cuenta de otros por medios distintos. Una fuente fue la tradición oral y otra la lectura de quipus que realizaban algunos indígenas.
Fossa señala que la información obtenida de los nudos y cuerdas se traducía al español y después se escribía. La distorsión se hace más probable al haber tantos pasos. Otro elemento que destaca la historiadora es que los quipus quizá no se leían sólo en quechua. “La cultura andina es muy práctica. De mayor utilidad era un material comprensible para diferentes pueblos.”
(El Peruano, 5/6/2006 Cultural)